Por Alberto JIMÉNEZ URE
La madrugada
Enfada conmigo
Cuando ingiero
«Drogas lícitas»
Para [fulminar]
Dormir la Muerte:
Esa otra fatal fémina,
Su mejor amiga,
Cuya irrupción
-Sin música y con un foete-
Sólo es posible suceda
Contra personas despiertas
E indoctas sobre
El Ser Consciente.
La madrugada
Rehúsa aceptar
Mi máxima filosófica
Según la cual nadie
En realidad nace:
Que todo cuanto miramos
Con «vida» y «movimiento»
Es la misma [aquella]
Alucinación de toxia.
La madrugada
Enfada conmigo
Sin agradecerme
Haberla convidado
Consumir, en Paradisíaco
E innumerables veces,
La soma o psilocibina
Que nos advertiría
Sobre la Fenomenología
De la [In] Existencia humana.