FaustoOlivares

Savia

Llora si quieres en tu abandono, alma cansada,
llora y gime cobarde, pero dime primero
¿dónde encuentra fuerzas la rama de flor helada
para empujar la piedra, el asfalto gris de enero?

¿Acaso la yerba ansía más que tú la vida
o una promesa abstracta la entusiasma en su lucha?
¿Será sensible al eco de la savia vertida
de tiempos ya pasados que con respeto escucha?

No pudo con ella el frío invierno, ni la noche
ni la asfixiante sombra de una roca pesada
ni la bota del niño o la goma del coche

Vuelve a nacer erguida, vuelve a ser flor rosada
¿A qué esperas entonces, mi alma rendida al suelo,
para vencer mañana? ¡Eres yerba y flor y anhelo!