Ensayando besos, es la parte descartada del guion.
Un corazón miedoso, telonero del fingido escenario, donde aquel cuerpo sabe a nada como una hostia inútil que se pega al paladar.
Besos ensayados, entremés de lo que ocurre, la pantomima de un deseo, somos el ademán risible de nuestras pasiones.
Vuelve a casa con un beso imaginado, en las antesalas del sueño lo desata, como si existiera la minúscula posibilidad de un acto, él sabe que afuera la vida real es una violenta puesta en escena, afuera, no se permiten los ensayos.
Ensayando besos en el fondo de su mazmorra, a sabiendas que la superficie es esclava de la moral, que la ley de la decencia doblega la libertad.
Las pasiones viven manchadas de culpa en el fondo de cada humano…. seres noctámbulos que esconden y ensayan sus apetitos, en la superficie son espejos, reflejan decencia, amistad, bien común, fe, esperanza, el reflejo de toda la miseria que se ha inventado.
Ensayando besos, dándole de comer a la probabilidad para sentir vivo algo dentro.