Comienza a caer la tarde y tu no estas.
El sol ya se esconde y tu no estas.
El comienzo de la noche se viene despacio y tu no estas.
Tu ausencia ya se desbanecé y tu no estas.
Las estrellas se juntan en el cielo y tu no estas.
Te buscan entre ellas y tu no estas.
Para entregarte en mis brazos e irse a dormir, pero tu no estas.
Mis manos recogen un madero delgado,
para dibujar tu rostro en la arena,
escribo suavemente tu nombre, para no
olvidarme, mientras mis ojos se cierran
para descansar. La brisa del mar me cubre
como un manto para que el frío de la playa,
no congele mis huesos y mi piel no se resequé
mientras duermo, para que al despertar,
despierte con el dulce de tu beso,
pero tu no estas.
Las gaviotas revolotean cerca de mi,
sus cantarés se apoderán de mis oídos,
eh indicandomé a no olvidarmé de ti,
las veo lanzarse en picada, a las aguas del mar,
recogiendo su comida eh invitan a correr por
las blancas arenas, y no dejan que las olas
me atrapen, y me levantan con sus garras,
para enseñarmé a volar cuando tu no estas.