Unos segundos basta
para averiguar lo que tramas
cuando a ciegas te observo...
Nunca hice caso omiso
a tus problemas con yo qué sé
qué cosas súper raras...
La silla hundida de siempre
alude a mi necesidad acuciante
de tomar a pecho un respiro...
El jardín aguarda cantos
que aunque otrora bien oídos
suenan a inédita melodía...
Tu carita es todo un poema
con letras untadas de mantequilla
si recito a trozos mi vida...
Arrastro el peso de una cruz
que nunca embadurné de raciocinio
por sólo acá haber nacido...
Por la presente comunico
que prefiero sobremanera a la rata
que a un dios enaltecido...