No sé cómo escribir esta tarde,
las palabras se convierten en heridas,
pero un deseo incontenible me obliga.
No sé cómo describir el vacio,
esa nada en la que se disuelve el alma,
en la que los sentimientos desaparecen.
No sé cómo disolver las penas,
la soledad ahoga la voluntad,
necesito el aire de un beso.
No sé para qué sirven mis ojos,
a mi alrededor no hay luz
y más allá de horizonte tampoco,
se puede llorar en la obscuridad.
Demasiadas palabras para pedir aire,
sólo eso, el aire de un beso
que me devuelva el alma,
que devuelva la luz a mis ojos
y me aparte de la soledad.
FÉLIX