Como yo te amo,
en escaleras largas al cielo,
en ruletas irracionales,
así no te amarán jamás.
Como yo te amo,
deshojándose el alma a pedazos,
gota a gota,
verbo a verbo,
sangre a sangre,
así, así no te podrán amar.
Como yo te amo, vida mía,
repartiendo hasta mis últimos cabellos,
repartiendo toda mi vida en tu mano.
Así, ya no te podrán querer.
Solo yo,
tocaba músicas de armonía interminable,
a tu puerta,
solo yo,
me dejé despojar de todas las vestiduras de mi alma, por ti,
solo yo, cantaba en plena lluvia y sin paraguas,
en un concierto en soledad por ti.
Nadie te podrá dar
todas las armonías de su ser,
como yo,
ni desafiar insistentemente los caudales de la muerte por ti.
Sí, vida mía,
desengáñate,
así ya nadie te podrá querer,
pues yo te di,
los jugos extremos,
de un buen querer.
Solo por ti dibujaba mariposas extintas,
solo por ti, me lancé a la piscina del amor,
una y otra vez,
sabiendo que podría morir.
No me importó si me correspondieras,
o te fueras a marchar
yo solo enjugaba mi corazón en las gotas del verbo amar,
por ti, mi bien, solo por ti.
Sí,
desgastaba mi vida en amarte,
una y otra vez.
Sin remordimientos y feliz.
Nadie te podrá amar como yo, además,
porque lo que viví contigo es historia,
que nunca más se volverá a repetir,
y estoy segura quedará grabado,
para siempre,
en todos los papiros de tu ser.
*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-
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