Soneto Sáfico
Vosotros sí teníais claro el norte
y dabais precio justo a vuestros sueños;
abuelos conocíais bien el porte...
¡del hombre noble y diestro en sus empeños!
Tomabais con acierto buen consorte,
del lar sabíais ser gentiles dueños;
estabais erigidos cual resortes...
¡frondosos, robles, nunca exiguos leños!
Así también deseo yo imitaros,
mis fuertes ramas van buscando espacio...
¡por siempre en los retoños he de amaros!
Lo afirma vuestro nieto, Jaime Ignacio,
el cual en estos versos quiere hablaros...
¡grandiosa savia, en hijos sabios vacio!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino