Miró como se desangraba, convulsionándose,
lentamente, lanzando los últimos estertores
de vida, espero pacientemente, hasta ver
como poco a poco dejaba de moverse.. Todavía
se cercioro buscando un hálito de vida..
Pero sabia que estaba muerto, tantas veces lo
había hecho, que se volvió un experto,
el checar era solo rutina, nunca se le había
ido uno vivo....
Guardo su arma y salio de la habitación,
en realidad fue un trabajo fácil, pensó que le
costaría mas trabajo, pero en este negocio a veces
lo difícil se hacia fácil y lo fácil se complicaba..
Abordó su auto y tomó rumbo al aeropuerto,
quería regresar pronto a su ciudad, ahí se sentía
mas cómodo, en medio de sus cosas.. !y sí! solo cosas
porque no tenia ningún afecto, ni amigos, ni familia,
ni novia, ni siquiera una mascota que calmara
los ataques de soledad que le venían de vez en cuando...
Entonces le hablaba por teléfono a alguna prostituta
de las caras.. !nunca a la misma!, no quería que le
ganara el sentimiento, y terminar involucrando sus
afectos, sabia que su profesión no le permitía nada
de esto y estaba conforme con eso, se diría que
hasta feliz... Ya en el avión cerró los ojos e hizo un recuento de
su vida, se le vino a la memoria ese momento que
cambio todo...\\
Jorge su mejor amigo desde pequeño, se había vuelto
halcón del cartel de droga de occidente, tenia solo 15 años
era un año mas joven que el, que acababa de cumplir 16..
Era un chico tranquilo pero flojo no le gustaba el estudio,
sus padres terminaron por darse por vencidos,
un día se negó a ir a la escuela y no hubo forma de regresarlo,
empezó a trabajar aquí, allá, de aprendiz de una cosa u otra..
Le encantaban los autos, desde pequeño tuvo afición a las ruedas,
todo lo que tuviera ruedas lo embelezaba, y buscaba por todos
lados hacer algo que estuviera ligado a ello..
Ese día estaba platicando con Jorge, de cosas de muchachos
cuando paso un convoy de la policía, inmediatamente Jorge
tomo el teléfono y les dio el pitazo, (aviso) después volvieron a
lo de ellos como si nada hubiera pasado...
Al día siguiente venia ya de trabajar cuando vio a Jorge en
su esquina y se paro a platicar con el..
!Que paso ayer? le pregunta, ¿sirvió de algo el pitazo?,
si, me hablaron en la mañana y me felicitaron, se alcanzaron a
mover, cuando llego el convoy ya no había nada ni nadie..
El jefe, quedo de mandarme un regalo por estar atento,
!Pues dicen que da muy buenos regalos!
..En eso estaban cuando un carro negro se detuvo a un lado de ellos,
el chofer les hizo una seña para que se acercaran,
les pregunta..-!Ustedes trabajan para Don Laureano, que era
el capo del cartel de occidente, contesta Jorge, rápidamente
pensando que era el que le llevaba el regalo, -soy yo jefe,
el nada mas es mi amigo señalando a Roberto...
El tipo saca una pistola por la ventana y a quemarropa
le dispara a Jorge, que no tuvo tiempo ni de moverse,
en cambio Roberto, que siempre tenia
un sexto sentido para las cosas, se dejo caer al suelo y
rodó tratando de escabullirse para no ser acribillado
no supo como pero se vió corriendo alejándose del carro
que después de vaciar varias cargas aceleró, rechinando
llanta y alejándose del lugar..
Cuando vió que el auto se perdía a lo lejos, regresó a ver
como estaba su amigo !casi su hermano! y vió como se moría,
todavía lo levantó entre sus brazos y le gritaba que aguantara
que ya habían llamado a la ambulancia, que todo iba a estar bien.
Se le desgarraba el alma al sentirse impotente, para hacer algo...
...Se le murió en los brazos.. Por primera vez sintió algo, fue como
si sus sentidos despertaran, y algo dentro de él se quebró...
Pasaron varios días, ya lo habían enterrado y se estaba rezando
el novenario, cuando una tarde al volver del trabajo un carro lo
siguió, intentó correr pero el carro le cerró el paso e
inmediatamente bajaron varios sujetos de él, preguntándole..
-¿Tu eres el que estaba con Jorge cuando lo mataron?, si señor
pero yo no tengo nada que ver con eso, yo solo era su amigo,
Ya lo sabemos, pero Don Laureano quiere platicar contigo,
el era el patrón de tu amigo, y quiere saber unas cosas,
todavía con desconfianza intento sacarse, inventando una mentira..
-!Me están esperando en mi casa!, y me urge llegar, pero el tipo
no le dejó decir mas, -!Tu te vienes con nosotros! después te
traemos, y lo subieron al carro...
El trayecto fue rápido, no supo a donde lo llevaron porque le
cubrieron los ojos para que no viera por donde iban..
Cuando le descubrieron y le ordenaron que bajara ya estaba dentro
de una bodega oscura, hasta cierto punto lóbrega,
Lo encaminaron hacia dentro en el cual estaba un cuarto grande
con muebles caros pero de mal gusto, un escritorio donde
estaba un hombre de mirada fría, calculadora, que al verlo entrar
se pone de pie, y le pregunta... -¿Tu eres el que estaba con Jorgito
cuando esos perros lo mataron?.. Se puso frente de el, tomó aire
y se paró derecho como un militar sacando el pecho, -si señor
el era mi mejor y único amigo y lo mataron los malditos..
Al hablar así con esa seguridad hasta el mismo se desconoció,
no sentía miedo, mas bien rencor, que no sabía como apaciguarlo.
-¿Alcanzaste a ver al puerco que me lo mató?
si señor yo lo vi, y lo reconocería así pasaran mil años..
Muy bien sígueme, salió por una puerta contraria a donde habían
entrado, y se dirigió a un cuarto oscuro, que se encontraba en
el fondo, al llegar vió a tres individuos amarrados del techo
y semidesnudos con rastros de haber sido torturados, que se
quejaban y lloraban pidiendo perdón...
Cuando los vió inmediatamente reconoció al que mató a su amigo,
sin pensarlo mas se dejó ir encima a golpes y puntapiés, gritando
-!maldito el no te hizo nada! ¿porque lo mataste?..Tuvieron que
sujetarlo porque sino lo hubiera matado a golpes...
-¿Estas seguro que fue el? pregunta el Jefe
-!Si lo reconocería aunque estuviera en el infierno!
fue ese maldito, señalando a uno de los tres..
- Muy bien, ¿te quieres vengar? le pregunta..
!Ya esta vengado! no creo que lo deje salir vivo de aquí,
si, ¿pero quieres ser tu el que lo mate? aquí esta mi arma, al tiempo
que le pone una escuadra en la mano y se le queda viendo burlonamente..
No lo pensó, tomó la escuadra y le pegó un tiro en la cabeza, siguiéndose
con los demás, acto seguido le devuelve la pistola al mafioso, con una
frialdad y seguridad que hasta el mismo capo se estremeció..
Le brillaron los ojos y sonrío sabía que había descubierto un
diamante en bruto, tenia un nuevo sicario, y tal vez si lo pulía
seria el mejor de todos...
UN POETA LÍRICO
Ágil 14/04/2015