Regálame una de las canciones que tú cantas
y dame a conocer el tesoro que guardas
para aquél, al que tú todavía ignoras.
Cuando presentas tu figura
a la codicia de todas las miradas,
muchos aplauden tus canciones.
Yo quiero una, para guardarla para siempre
y me acompañe fiel por todos mis caminos.
Regálame una de las canciones que tú cantas,
pero con toda la miel de tu dulzura
por si he de navegar entre lo amargo.