A quien quiero decir adiós
Me conviene llamarte de “señora”,
guardando una distancia ficticia;
para ese amor exento de malicia,
es solución venida en buena hora….
Por ese amor, debo tomar ahora
la decisión más justa y más propicia:
me callo el corazón, por tu pudicia
a mi amor, que tu deber deplora.
La soledad, la quiero más distante,
un silencio educado y elegante,
aunque el amor, en mí, cantando, pulse.
Jamás te dice amor, como yo quise,
y todo amor que en versos yo te dice,
mismo mintiendo, ¡es mi invención más dulce!