Camill

193115

 En días frescos, fervientes, ignominiosos, hermosos, cálidos como estos, es la verdad que me atormenta, ¿Qué verdad? Esa verdad, aquella única verdad, la que ahora en estos momentos me hace entender que estas recorriendo esos desiertos áridos e infértiles, recorriéndolo en busca de lo que nunca encontraras… y yo aquí ofreciéndote los mejores viñedos que jamás serán para ti… el mismo que tiene un dueño, dueño que cuida cual perla negra.
En días frescos, fervientes, ignominiosos, hermosos, cálidos como estos, es la verdad que me atormenta, ¿Qué verdad? Esa verdad, aquella única verdad, la que me hace entender que tú no me perteneces, que es imposible querer tener.