De que voy a escribir, es lo que primero se me viene a la mente cuando quiero escribir algo, o cuando tengo la intención de hacerlo. Mil ideas se pasan por mi cabeza aunque a veces ni una pasa. Los problemas sociales o personales son los más tocados a la hora de la escritura; sin embargo yo mando a la mierda todo ese dilema y escribo sobre moscas con pies, arañas con tentáculos y caras en los culos. Una radio que tiene ojos y boca y respira por los parlantes, un vaso que orina dentro de su embace y el dueño viene y se lo toma. Cosas así, cosas locas. Una loca que no es loca pero que quiere ser loca para que sea loca, pero se aloca. No queda nada en este mundo, trato y trato de averiguar pero no se ve nada. Mil mujeres pasan a cada mes por mis ojos y yo no las toco, que pasa conmigo. He conocido a una reciente pero yo no la he tocado aún porque por mi mente pasan abismos y nubes que me dicen, porque hablan, que no me acerque que mejor que ella mueva la primera pieza de este rompecabezas llamada amor.