¡¡¡ ROMANCE A LAS ALMAS NEGRAS !!!
***Versos de la Rosa***
Suplico dueño del Universo que escuches mi plegaria
aunque brote de una boca vacía de derrotado obrero,
insisto con mi reciedumbre que los humanos invocan
entre un efluvio de hipocresía vana que aflora la vida,
camino el primero por mi arteria despojada de cariño
sin mi plegaria ardiente de la humanidad entristecida.
Que corrupción humana asume ese atributo de robar
para guiar a los cleptómanos el alma de la honradez,
como lo señalaba desde una nube Jehová en el Sinaí
ofreciéndonos su mana que sustentaba esta justicia,
mientras las personas encantadas sollozan en tropel
auxiliando con energía al Rabadán que guía la jauría.
No me quedan suspiros para mitigar el ánimo negro
viendo desde el Cosmos terrestre las desdichas mías,
añadiendo críticas que arrastran ese caos de locuras
cuando es más fácil despojar que acercar tu hombro,
desoyen los tristes sonidos de tus plegarias de amor
contaminan con podredumbre la vía de la compasión.
Escuchamos todos unidos el suspiro de sus lamentos
que se confunden con el eco de una gran inmundicia,
humano de esa negra Naturaleza que trae infortunio
cobijando entre su seno al oscurantismo del hombre,
este ser semejante a esa forma humana de tu siervo
que se nutre con su plegaria eterna de no redención.
Sólo las grandes vilezas protegerán esa jaez humana
con etapas atesorando la maldita historia del pueblo,
naces, creces asesinando y expirando en la ambición
creyéndote perdurable al ser vía de oscura agitación,
ignora que tu comportamiento no vale para aprender
ataviado con horrendo traje de tu estupidez humana.
Solamente la inmortalidad puede proteger al hombre
aunque no sea un Evangelista de la dualidad de Dios,
salvaguardará con sus plegarias la especie desvalida
encarrilándole hacia el Cosmos de la verdad humana,
envolviéndole con un conforte solícito de hermandad
hasta que los obreros sean absueltos al tornar Cristo.
El día que su probidad le anuncie las siete trompetas
recordará el humano la vandalismo de este proceder,
aunque se disfrace de pastor y confesor de la Iglesia
saldrá a la claridad del alma su comportamiento civil,
entonces Lucifer le encadena al palo de su vergüenza
para sufrir empalado en el encarnado listón de fuego.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
12 de noviembre 2016