Descifro y no el vocablo
transido de días sin fin
el trazo amalgamado y compartido
de la insomne esfinge,
de la aurora ceñida de luceros
en el dintel de fuego de la espera
y al filo de la inconmovible huella de astros
y enigmas.
Ruge la noche herida
por el rayo cruento del recuerdo
que gravó en mil columnas
mil figuras
de amatista y fuego.
Fulge una imagen simbiótica
a mi estro
y duele el no asirte como
en sueños;
abigarrada de ternuras y regresos
has de saber que aquí
todo es espera!
Bolívar Delgado Arce