¡Oh sutileza, oh magnífico espíritu del destino!
Llegarás a mi vida, eso yo lo sé
pero ni cuándo y ni dónde, eres un enigma
Te aprecio desde mis sueños más alocados
Deambulas junto a mí por los eternos bosques,
donde las ánimas tienen forma de luciérnagas
donde la paz tiene forma de relámpago
Eres peyorativa, de ti no se puede hablar
Tus misterios hacen temblar el poder,
de todos aquellos que no te conocen
Y cuando finalmente llegas, la tormenta se desata
Eres calavera, eres una delgada dama vestida de novia
Eres también sigilo, un signo de tranquilidad,
cuando el dolor ha destruido la paz y la esperanza
En el cielo se ven reflejados, tus ojos negros y claros
Son como estrellas guiando a los astros
Y pronto envolverás con tu manto eterno
Al aguerrido, al dolido, al insípido que nunca pensó en ti