Carta a mi hija.
Primero que todo, \"hola\"
-lo sé, es un simple saludo-
Pero de verdad no dudo,
que al leerlo rías sola.
Seguidamente te digo,
que es una carta poética,
que tal vez le falte estética,
pero en ella te bendigo.
Mi amor, mi vida; mi hija,
de verdad te felicito,
y te lo digo en un grito:
¡siga así, no se me aflija!
Cierto, a veces soy un ogro,
mas, por tu bien te castigo,
pues, gracias a ello, hoy te digo,
¡enhorabuena tu logro!
¡Felicitaciones, hija!
Otra vez te lo repito,
pues, de verdad necesito
ver tu sonrisa bien fija.
Yo necesito saber
que estás feliz, muy feliz,
y esa dicha es a raíz
de tu esfuerzo y tu poder.
Sigue adelante, ¡tú puedes!
Que mami y yo te apoyamos,
nuestro amor siempre te damos,
¡Vamos, sigue...! ¡No te quedes!
Hoy seré tu consejero,
pues ya estás grande y es obvio
que quieras tener un novio,
mas, el \"estudio\" es primero.
Estudia mucho, mi amor,
quiero que cumplas tus sueños,
verás que serán pequeños
si te preparas mejor.
Quiero decirte, hija mía,
que puedes contar conmigo,
como padre; como amigo,
las veinticuatro horas del día.
Puedo decir con orgullo,
que tengo la hija más linda,
y por ello mi alma brinda,
mientras con amor te arrullo.
Ha sido un honor, un privilegio,
el haberte escrito este poema,
y para cerrar, Wendy Zulema,
¡te deseo lo mejor en el colegio!
Autor: Jareth Cruz
San José, Costa Rica