Nacemos. Bola de carne y de nada.
Y nos dan manta y cariño de nata.
Crecemos. Ojos y nervios de plata,
en una burbuja opaca y cerrada.
Vemos el mundo por un agujero
que padre y madre nos han regalado :
anteojeras, mirilla de cuidado:
parece trazado el camino entero.
Y amamos. Queremos fundir en luna
dos burbujas, la nuestra con la suya
y a besos pedimos que nos incluya.
Y un día alguien nos ama. Me amó a mí una:
abrió mi burbuja y ¡fuera, despojos!
pude al fin ver el mundo con mis ojos.