Sobre territorio vedado
me desato en fantasías
para viajar con ellas,
por ese territorio minado,
por ese territorio desconocido
y extendido para cerrarlo todo.
Con pasos inseguros, a veces,
y lances atrevidos, otras,
pero sobre territorio vedado.
Todo por conocer y no perder
la ilusión que cristaliza
en la mañana, para volver
de nuevo al descanso, luego de andar
sobre territorio vedado.
Luces blancas que se encienden
por momentos, oscuridad total,
si lo imagino y voces entre neblinas
que viajan solitarias y perdidas
como el buque errante en alta mar.
¡Ah, más allá de todo!
como decía el poeta,
y que a falta de palabras abonadas
para florecer en mi mente, las traigo a colación
para darte un canto, con la combinación de ellas.
Territorio vedado que me aproxima
a tientas como lo hace el invidente
al avanzar sin rozar aquello que distrae
su tacto identificador y maravilloso.
Sobre territorio vedado vengo a ti
con la alegría del niño o del iluso
que todavía creen en los sueños.