Una de las situaciones que marcaron mi vida, asi como la de muchas otras personas, fue, sera y seguirá siendo el primer amor. El amor adolescente, ese que a primera vista, llena el cuerpo de mágicas sensaciones.
Un amor que no se olvida, que siempre seguirá existiendo, aunque se presenten nuevas personas o sentimientos. Una sensación tan placentero como inolvidable.
Vi muchas veces como se terminaba el amor, el verdadero, por el simple hecho de retomar esa mágica sensación que encontramos al inicio de una relación amorosa. Por ese innato recuerdo pueden llegar los engaños, amantes, adulterios. Hechos egoístas que pocos se atreven a cometer, tan peligrosos que se puede volver la razón de ser, se hacen algo tan fuerte que parece nunca terminar, acaba desolando el corazón, fallando a ese primer amor, que tan puro era.