Alberto Escobar

Volando al Viento.

 

 

Me entretengo entregando al destino 

la savia que se derrite ante mis ojos,

la savia verde que recorre mis venas

como caballo al aire que tiende alas

de bronce ante la faz del despecho.

 

Procura rendir cuentas, ahora que 

puedes, para llegar al juicio final

ayuno de deudas, ni debe ni haber.

Déjate llevar por lo que sientes, sin

considerar si es o no a la costumbre

acorde, la voz del que teme la vida

porque es cobarde, hasta la náusea.

Entra en las termas milenarias que

te esperan para tu gozo, azules.

Están selladas a fuego por tu deseo

sincero, el único que cuenta en vida.

 

Pronuncia cada día, nada más posar

los pies en el suelo, un aleluya que 

agradezca a los dioses no haber aún 

enviado a la Parca fría, negra, que

nos llevará cual héroes de asfalto.

 

Si molestas a la convención es que

estás en el camino recto.

Sigue así.