Mientras escribo estas líneas intentando ser simple,
miles de gotas penetran en la hierba
Son lágrimas de un cielo que ha empezado a llorar,
y que deambula por siempre buscando un poco de paz
No mires hacia abajo cuando las gotas desde arriba vienen
El agua, ese escurridizo y suave líquido, lavará tu esencia
Quitará todos los yugos que apresan tu alma
Te convertirá en un zafiro reluciente
Llora, lloremos, interpelemos a las nubes que también están llorando
Detrás de ellas hay nidos de oscuros acontecimientos
Y entre todos nos convertiremos en una nueva luz
Una luz de esperanza, de anhelo, del control vital
Extendamos los brazos ante las punzadas de la lluvia
Ella, la doncella de risas cristalizadas
Nos acompaña en este viaje mágico
Sintamos en nuestras mejillas ese tenue resplandor
Sollozo, la marca de la tranquilidad
Tristeza, tus labios ya no hemos de besar
Hemos ascendido, nos hemos infiltrado en la hidrosfera
Somos parte de un nuevo sistema, un sistema natural