No necesito tu orgullo, ni tu boca o tu cuerpo
No necesito tu presencia, tu voz o tus delirios
No necesito tus palabras cuando presumes
O tú caminar cuando huyes
No necesito tu aroma, ni siquiera tu mirada
Menos necesito tu risa para mi llanto
No necesito tus años, ya aprendí a vivir los míos
No necesito el sabor de tus labios
Pues ya pasado el tiempo todo queda olvidado.