El hombre universo camina distante,
ha el resto de todos los seres.
Se ve en la lejanía en las tinieblas y el alba.
Habla poco, pues con su mirada conquista
a cualquier ser, que en el camino se atraviese.
Cada día lo vive distinto al resto,
pues para el no hay universo,
él es el universo.
Forma con sus manos las acciones divinas
los milagros que ven otros ojos,
el los crea con los chasquidos de sus dedos,
no lo impresiona el mal, para él todo es neutral,
cada actividad en el cosmos es de su creatividad.
Va en la vera de la realidad,
en su imaginación esta lo que pasara,
cada sueño es un mundo dónde vuelve a crear,
los seres del espacio no lo saben apreciar,
camina a velocidades infinitas, siempre en calma distinta.
El hombre universo es creación,
arquitecto de la palabra y del amor,
en su voz se forman melodías divinas,
con la que los dioses conquistan mortales,
los mortales se confunden al escuchar,
no confían en él como deidad.
Cuando cierra los ojos,
el todo se vuelve oscuro,
si respira profundo,
lo turbio llega fatigante,
el hombre universo
es un algo fascinante,
algún día lo veremos,
en este mar de mortales.
Aunque hoy en día este entre nosotros,
muy pocos tienen el poder de ser dignos,
para comprender su esencia infinita,
y el poder que en él se limita.