Araceli Vellber

Pierdo.

Cada vez que beso, pierdo

y cuando pierdo, sólo sueño

como hubiera sido tener éxito

y aquellas sorpresas que tiene preparada la vida

no podía imaginar

que estuvieran debajo de tus sábanas

 en la sombra de tu carmín

o en los ventanales de la esquina,

y los besos no dependen del día

son decisión de tus labios

tan bonitos

y tan lejos,

tan lejos

y tan difícil que estén quietos.

Cuando me dijeron los médicos

que mi situación era tan delicada

que andaba debatiéndome entre la vida y la muerte

cuando yo, simplemente

me senté en el precipicio de tu cama

esperando recoger un beso

y ver tu espalda al descubierto,

jeroglífico infinito.