¿A dónde fuiste hermosa mía?
¿Cabalgaste acaso hacia el día
anhelando luz del gran dorado?
¿O tal vez fuiste a Cuernavilla
en busca de tu amado?
¿A dónde fuiste hermosa mía?
¿Adónde se fue tu sonrisa?
¿Se perdió quizás en mi regazo?
¿O puede que en tu tenue vocecilla
que pide a gritos un abrazo?
¿A donde fuiste hermosa mía?
¿Huiste de mi dulce poesía?
O tal vez de mis besos olvidados…
desusados por tus dichas,
aguardando a ser amados.
Ay! Mi hermosa mariposa tan ausente…
Que te amo tanto hermosa mía,
que te quiero más que a nada aquí presente.
Que te amo tanto hermosa mía,
que persigues, despistada, por el cielo de oriente,
ni al más bonito, ni al más valiente.
Que te amo tanto hermosa mía…
Que ignoras quien te ama realmente.
Hermosa alada de mi vida,
¿Sabes cuánto anhelo tu beso ardiente?