Uno, dos.
Uno a uno.
Mis pasos medidores de distancias,
pensando las monedas
que ruedan silenciosas;
que se esconden bajo el polvo de un país.
¡Monedas, sólo monedas!
Para hacer más infeliz al infeliz;
al pregonero, al buhonero...
que te vende el gato, la jaula y la perdiz.
Al niño que se pierde
en el rojo del semáforo, en el bus:
en la calle licenciosa
y de limosnero es aprendiz.
Monedas... ¿Cuántas monedas?
en la puerta sospechosa
que te cobra sin vergüenza
la vergüenza del desliz.
Moneda, esquiva moneda.
En las manos ilusorias,
en los labios humareda
del colegial que se ve IN.
Moneda, incauta moneda
que rueda misteriosa
hasta el arca rutilante
que lisonja burdas leyes
y hace \"pueblo pobre\" en su festín.
Moneda, que la garganta atora
y paga precio por la vida
del que piensa diferente
y se torna un insolente
y de su patria hace un fin.
Moneda, estrella de moda
que el cuello almidona
y agita las palmas.
El que aplaude es un paria;
el aplaudido...
generoso gobernante,
un insigne paladín.
Racsonando ando
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