MADRIGAL (Sumido en sentimientos)
I
Sumido en sentimientos,
percibí su perfume de mujer,
¡sentí un cosquilleo en todo mi ser!
¡insanos pensamientos!
deseando su cuerpo poseer
y en sus besos saborear placer,
¡temblaron mis cimientos!
soñaba con ella en todos momentos.
II
Como el hada de los hermosos cuentos,
con sus pasos muy lentos,
por la ventana entró al anochecer;
¡despertó junto a mí al amanecer!
¡besos fueron a cientos!
¡dormido creía poderla ver!
su aroma a nardos lo podía oler
¿sería encantamientos?
III
¡Notaba sus alientos!
¡comenzaba el deseo a padecer!
mi sexo se implicó por responder;
¡no esperé más momentos!
desperté queriendo así comprender,
si en sueños me podía suceder
tales desdoblamientos
y sí o, no real, aquellos eventos,
P/D.
En sueños desperté pero realmente soñaba que despertaba.
Original…… de…… amándote
Prohibida la reproducción total o parcial
Copyright©2016 Amándo_te
Primera estrofa.- 7a-11B-11B-7a-11C-11C-7a-11a
Segunda.- 11A-7a-11C-11C-7a-11B-11B-7a
Tercera.- 7a-11B-11B-7a-11C-11C-7a-11A
EL MADRIGAL
Poema estrófico compuesto por una combinación libre de heptasílabos y endecasílabos que no tiene forma fija en cuanto al número de sus estrofas ni al número de los versos que debe contener cada una de ellas. El tema debe ser de carácter amoroso e idílico; se recomienda que los madrigales sean breves y que la combinación de los versos sea armónica y sencilla. El madrigal se presta muy bien a ser cantado y fue especialmente cultivado en el Renacimiento. El nombre y la forma son de origen italiano. Y en Italia alcanzó su mayor esplendor, no sólo literario, con poemas de Dante, Petrarca, Tasso, Guarini y otros, sino que también tuvo un extraordinario auge musical, pues numerosos compositores pusieron música a estos textos. Probablemente el más destacado de todos ellos fuese Luca Marenzio (1553-1599), a quien sus contemporáneos calificaron de “Divino”. Referencia conseguida en la red.