Felipe el moro
Se hizo a la mar
Pretendiendo hallar
Un gran tesoro.
Sólo con un loro
Volvió de navegar,
Sin siquiera un collar
Que le dé decoro.
Tristes ojos de lloro
Volviéronse a alegrar,
Palabras de amor en coro
Lo hicieron razonar
Que el verdadero oro
está en el hogar.