Tirita la bandera
en su sucio mástil
pero no por el aire,
la brisa o el viento
pero sí, con lágrimas
entre costuras, por
el color de su tela
cuando se desata
entre hermanos
la guerra civil...
Tirita la bandera
cuando ve al hombre
matarse sin reparo
por el simple color
de un trozo de trapo
viejo y gastado...
Tirita la bandera, sí,
tiembla sin remedio
al ver el rebujo atroz
de sangre, cascotes
y de restos humanos,
al observar perpleja
la atropellada mezcla
de odio y miseria,
cerrazón, tradiciones
y obcecada religión...