En tus versos saboreo Canelazo colombiano,
el sabor tan exquisito de los mates argentinos,
lo picante y delicioso del tequila mexicano
que me llenan la cabeza con los sueños mas divinos.
Sus colores tan radiantes es de rosa ecuatoriana,
con la mágica cadencia de los tangos de Delfino,
con arpegios tan pristinos de cantuta boliviana
que nos dejan en el alma resplandores de su trino.
Lo sublime de tus rimas en tu bella poesía,
es la flor de sacuanjoche ,que parece terciopelo,
que despliega su perfume con las alas de Armonía,
que nos traen las estrellas que pernoctan en el cielo.
Es tu canto melodía del turpial venezolano
con la gran magnificencia de los cóndores chilenos,
embriagante y con el ritmo del Vultur ecuatoriano;
con charango y con guitarra, se parecen a los truenos
que recuerdan la osadía de las rimas de Chocano,
que cantaba con el alma sin cadenas y sin frenos.
Autor: Aníbal Rodríguez.