Siempre se mostró locuaz,
alegre y dicharachero,
siendo todo un caballero
el solo ha sido capaz
de pintar en cada faz
una risa complacida,
con sus relatos de vida
de su enorme anecdotario,
(que son como un diccionario
del zaguán y la avenida)
Porteño a más no poder,
poeta de los mejores,
en su paleta hay colores
que vienen a florecer
cuando es un amanecer
el pincel de su escritura.
¡Y se llena de ternura
citando a su dulce nieta
y todo lo que le inquieta
el crecer de la criatura!
Caminador de empedrado,
barrios de recuerdos viejos,
no le teme a los espejos
ni al almanaque colgado,
un eterno enamorado
que aún seguirá esperando
a aquel niño que jugando
se le piantó de la esquina.
¡Pero si se le adivina
que es un pibe retozando!
Por todo lo que aquí cuento
(agrego su simpatía
y el vivir con alegría),
me tomo el atrevimiento
de ser en este momento
portador de un gran abrazo
de quienes nos une el lazo
de esta amistad tan hermosa.
Para resumir la cosa:
¡FELIZ CUMPLE, MI AMIGAZO!
Derechos reservados por Ruben Maldonado.