El enorme rascacielos
proyecta una sombra larga;
una silueta negra de cabelleras blancas.
Sus mil ventanas cristalinas
como la mar en calma
aguardan tu llegada
para cuando alumbre el alba
y dibujan desde lejos
cuando las estrellas vagan
el rastro de un viajero, que llaman cosmonauta.
Al filo de la tarde
la sombra larga es vaga,
se apagan los cristales,
se desvanece mi esperanza.
Al filo de la tarde
cuando las sombras pasan,
la esfinge de un viajero..
el llamado cosmonauta,
me deja sus temores
y con mi silueta marcha.
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