Y hasta hoy, en esta madrugada comprendí que el destino ya tiene sus jugadas, que lo que sale de nuestras vidas llego a enseñarnos una nueva lección para algo mejor.
La relación entre el pasado y el futuro es tan grandiosa que crea lo que nosotros conocemos como Presente. Todo pasa por algo, un suspiro, una mirada, un abrazo e incluso un corazón roto, todo es para beneficio de nosotros mismos, para hacernos más fuertes o para hacernos merecedores de nuestro propio futuro.
Unas cosas se tardan en llegar, otras se van demasiado rápido, pero la mayoría de las cosas buenas siempre estarán junto a ti aunque no lo notes, aunque no lo sientas.
Si alguna vez le reprochaste a la vida, al destino o al mismo Dios, siéntate un segundo en tu patio trasero a ver la estrellas brillar en la oscura noche y recuerda cada momento de tu vida, cada persona que te miro a los ojos, cada sonrisa que recibiste, cada beso en el que ofreciste el corazón y cada ocasión que se convirtió solo en un recuerdo, y entonces veras mas allá de tus deseos con total claridad, le sonreirás al mundo entero y empezaras a vivir de nuevo.
Esa es mi experiencia, ese es mi consejo, se que dolerá en algún momento, pero ese dolor no será eterno.