PabloParamo

Desconcierto

Muñeca de vitrina,
Que sola te ves, aislada entre cristales,
¡Aislada de mi amor!

¿Qué querrán musitar tus labios rígidos? 
Quizás una promesa elevada con globos,
O un apasionado beso ondulante 
como un listón rojo a merced del céfiro.

Tus ojos inamovibles se burlan
De la fría acera de mi ser al contrarío del cristal.
No entiende la muñeca, 
Que su estante de colores pastel
Es deseada por cada transeúnte.

Su sonrisa jadea calma, 
Calma de alma viva esmeralda,
Difundida en su suave tacto. 

A paso lento mis ojos la despiden 
Y permanecerá ahí, en su vitrina pastel.
Alejada de mi corazón, viviendo en el vacío.

¡Y se quedara ahí!
¡Y su sonrisa seguirá ahí!