Jorge Guerrero

13/11/2016

No diré que te extraño por muy cierto que sea, no volvería a cometer ese error, no volveré a sostener la voz en pro de alabar la figura tuya o de aprender minuciosamente tu perfil, de hacer de tus lunares monumentos. De alguna u otra forma lo seguiré predicando, sabrás que tu nombre va inmerso en cada línea y cada palabra estaba destinada a recorrer a ascuas al canal de tu oído y acariciar suavemente tu tímpano.

En el ejercicio de mi mente, estuviste, permaneciste y te fuiste con gracia, como un cometa, la luna en perineo o la primavera. Y no pude pedirte que te quedes, no pude, no puedo y sin dudar tus alas tomarán mayor vuelo, se irán a otros jardines y florecerán tanto a la luz del sol que no podré alcanzarte. Permaneceré observando cruzar las nubes por la troposfera, siendo estratos, cúmulos ycumulonimbos, por qué aun así, grises, forman parte del paisaje; permaneceré roto a la intemperie,cuarteado, pero no es sino por esas grietas que entre la luz.

Me privaré de tu historia, pese a que aún puede que forme parte de ella, me privaré de la tilde de tuvoz, de los buenos días por la mañana y las buenas noches antes de dormir, me privaré de apreciar una taza de café por tu recuerdo y viviré de mis notas y un pedazo de cielo.