En, un bosque encantado,
tantas citas ,de amor,
en verano ,concertamos
pero la ultima jamás,
la podré olvidar,
esa noche de luna llena,
que me daba todo su esplendor,
para alumbrar mi alegría
de mujer enamorada.
Mi corazón , aprisa latía
y, angustiada esperaba,
la presencia de mi amado.
Las ranas a lo lejos croaban,
y una brisa tibia,
mi morena piel rozaba
lo vi a lo lejos
bajo el claro de luna,
corrí a su encuentro,
y tomados de la manos
corrimos ,cual si fuésemos dos niños,
por el pasto... rodamos
nos abrazamos dulcemente,
y los ojos nos miramos,
nuestros labios se encontraron
la luna, fue la única testigo,
de nuestros cuerpos, entregados.
Los gemidos ,se los llevo el viento
y los suspiros vagan, en la memoria
del bosque encantado.