Jhon Deivy Torres Vidal

PREÁMBULO DE MUERTE.

Se cubrió los ojos con la paz austera.

En la hierba convulsa de este mundo

se arrojó a descansar sólo un minuto,

se quedó dormido una muerte entera.

 

Otro quiso sentarse bajo una piedra

y nadie lo vio aplastado por dos sombras.

El sosiego mortuorio en la deshora

dejó sepultas todas sus ideas.