PabloParamo

30 de julio


Tu devoción a mi inexistente,
Perdido entre edificaciones frías,
Montañas distantes, campos olvidados.

 

Plasmadas en mi pecho tus cálidas manos,
Tus caricias inolvidables, tus brazos
En total devoción a mi amor y desdicha.
Por ese amor distante e insolente,
Que alguna vez, me alimento incondicional.

 

¡Ay! Mi tristeza,
Por ese instante, fugaz momento
De tus labios cerezos, caderas infinitas
Ante mi tacto cariñoso y plácido.
En esa velada helada cual me pertenecían:
Tus Besos interminables, pasión inservible.

 

Aun sin cercanía alguna de nuestros cuerpos,
Eres mi ninfa perdurable, infinita,
Aun sin tu amor, con tu partida
Me basta para creer con ilusión,
Nuestros cuerpos se encontrarán
Y tus labios de cerezos,
Serán encontrados ante los míos.