La espere tanto y no se cuànto,
tal ves un año o dos,
y al fin terminò la espera.
Llegò con un dulce beso,
ella feliz y yo alegre,
Entonces me preguntò:
¿ dònde nos vamos?
y yo le respondì:
no perdamos tiempo,
huyamos del bullicio,
a un sitio para dos.
Como reì y yo ni que se diga,
y el silencio en ese lugar fue fugaz
porque nos amamos si control.
Ese dìa jamàs borrarà
de mi alma y mi corazòn,
porque ella es poesìa, verso y prosa.