Había una vez un colmenar en un estambre de un árbol. Había una abeja que era como la reina del colmenar. Llevaba más miel que la misma reina. Un día salió del colmenar a buscar el néctar de una flor, cuando un viento se la llevó enredada y nunca más volvió al mismo colmenar.
Moraleja: “El aire se llevó lo que nunca más regresó”.
2) El Fantasma del Teatro
Había una vez un teatro. Y en el pernocta el fantasma del teatro. Es una silueta marcada entre el aire y la sala del teatro. Y lleva todo miedo con el y a los presentes que visitan el teatro. Se dice que el fantasma se llama Juan y que él era un comediante del teatro. Hace reír a los presentes y los ayuda a ser feliz.
Moraleja: “No todo ser te hace feliz”.
3) La Hormiga Brava
Había una vez un hormiguero de hormigas bravas. Allí, había una hormiga más brava que las otras. Y se dice que picaba más que la boca de un león cazaba. Y se dice que se marchó del hormiguero porque se perdió entre los arbustos y llega a la piel de un niño y lo pica.
Moraleja: “Lo que es para tí, es para tí”.
4) El Oso Trabajador
Había una vez un oso tan grande como hasta el cielo. Y entonces, era muy trabajador como las hormiguitas. Él, estaba en un zoológico y ayudaba al ayudante a trabajar. Él, toma la madera para albergar calor en la chimenea. Y se dice que, hasta él prendía la chimenea con fuego, pero un día el ayudante no se percató y el oso se encendió con el fuego.
Moraleja: “No se debe de usar el fuego sin supervisión”.
5) El Teatro Universal
Había una vez un teatro en el espacio llamado el teatro universal. Los extraterrestres hacían su shows y presentaciones en el. Hasta que un día el teatro se vino abajo por culpa de un meteorito, entonces lo reconstruyeron otra vez y lo llamaron el teatro del meteorito.
Moraleja: “No todo perdura”.
6) El Cielo Blanco
Había una vez un cielo tan blanco que le decían el cielo del algodón. Era como en las cataratas pero, más blanco que un mismo algodón. Un día fue a llover, un joven lo observó y se puso gris y más nunca volvió a ser blanco el cielo blanco porque comenzó una temporada de lluvias extremas.
Moraleja: “No todo es para siempre”.
7) La Nieve en el Suelo
Había una vez tanta nieve en el suelo que parecía helado en el suelo. Un joven se dispuso a investigar sobre, ¿cómo era posible tanta nieve en el suelo?. Y fue que la densidad del área acaparó toda la extensión de gravedad de la nieve y por eso cayó más nieve de la que había. Cuando se dió cuenta a tiempo para llevar a acabo el recogido de nieve con el quitanieves.
Moraleja: “Si notas algo extraño investiga, puede servir algo útil a la sociedad”.
8) La Canción Preferida
Había una vez una vellonera cerca de la casa del niño que le gustaba cantar. Él, recorría media carretera hasta llegar a ese bar, echar una peseta para oír y cantar su canción preferida. Todo el público le daba su limosna y fue muy feliz en sus años de juventud. Ahora, adulto tiene en su casa una vellonera y siempre oye y canta su canción preferida.
Moraleja: “Supérate para que puedas tener algo que de niño te hizo feliz”.
9) El oro y el diamante
Había una vez una mujer que quería tener un traje de oro y otro de diamantes. Siempre los quiso tener. Un día entró a una tienda y vió los vestidos que quería. Los compró. Los llevó al “laundry” y no saben qué… Le quedó pequeños de talla. Se tuvo que poner el vestido de Eva, no había más solución.
Moraleja: “Se quedó sin nada”.
10) El Chocolate Negro
Había una vez una tienda al sur de oriente. Allí vendían todo tipo de chocolate. El más caro el chocolate negro. Era un cremoso chocolate confeccionado con los ingredientes más caros de la cafetería. Un joven empresario lo prueba y le gustó, hace negocios con el dueño de la cafetería y se lleva todo el chocolate negro al extranjero y la cafetería se quedó sin más chocolate negro.
Moraleja: “Se quedó sin nada”.