Soneto Sáfico (Yámbico)
PROPIO ESFUERZO
Ahora soy la negación yo mismo,
y voy sobre la tierra tumbos dando;
incluso en la medida estás abismo...
¡mi sino adverso en letras anunciando!
Te rindo culto a veces empirismo
y creo que me estoy equivocando;
a todos nos acechas ostracismo...
¡los pasos uno a uno voy contando!
Algún recodo en mí encontrar deseo
y allí poder mi pena recostar...
¡será mi propio esfuerzo buen trofeo!
Mi suerte no depende del azar,
tampoco admito el simple denaveo...
¡que el mundo entrega a cambio de abdicar!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino
HOMBRE Y CANTO: TIMBRE QUE ALEGRA ESPACIO Y TIEMPO
\"El hombre entra en la multitud para ahogar
el clamor de su propio silencio.\"
Rabindranath Tagore
\"La única costumbre que hay
que enseñarla a los hijos, es la
de no acostumbrarse a ninguna\"
Hermano:
Tú que emergiste del lodo
y trepaste por los hilos de la vida
hasta cobrar cristalinas formas.
No te dejes de nuevo empujar
al azufrado cráter.
Conserva tu policromía lumínica
y no permitas que te vistan
con el ocre amórfico
de las bocas volcánicas.
La roca y su pétreo silencio
son testigos seculares y mudos
de tu gran gestación en el tiempo.
No dejes que te encierren de nuevo
dentro de los susurros del misterio.
Sigue vaciando los cofres del arcano.
Tú eres la palabra.
Eres el canto.
Eres la vida.
Vida y canto.
Síguete conjugando, hermano.
El amor es el verbo.
No permitas que te estrangulen.
Sería la muerte del verbo amor
que es lo mismo decir verbo vida.
Eso es lo que quieren:
Condenarnos al eterno silencio.
¡Pero eso no lo queremos nosotros!
Porque superamos la piedra
para convertirnos en el timbre
de todas las cosas y los siglos.
Es por eso que tu canto, hermano,
tu música de vida, hombre,
seguirá sonando a pesar de todo.
Tú eres el canto.
Canto de vida.
Vida del canto.
Sigue cantando y no dejes nunca
de hacerlo hermano, mi gran hermano.
Hermano hombre que has sido siempre:
¡de este vate que te ama tanto!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino