De repente veo gente pasar y no escuchar, no detenerse a oír la melodía en el ambiente, el arte fluyendo, estilos de vida que saturan lo sentidos imposibilitando la conexión, músicos sin público, cantantes sin aire, vida un poco extraña,
El ruido de la ciudad endurece el alma y desconecta con el ser interior, rompe el balance, parecería algo antinatural, fuera de su lugar, un contaminante más, un músico en un centro comercial, música en medio de una multitud sorda; aun sientan la vibración no conocen los reales colores de la melodía,
El ser humano huye de su identidad, camina en la acera opuesta; no es extraño muchos sigan su instintos primitivos, pocos artistas reales, muchos solo brillan, olvidando que el arte mismo es la más fina forma de expresión de la identidad humana, compresible ante todos los ojos y pieles, debemos desconectar de la ciudad, la ciudad es fría, la ciudad endurece, nos invita al suicidio emocional, al letargo, a desconocernos, nos convierte en mercancía,
El encanto de una ciudad lo da su arte, su historia de notas y danzas, la vida es arte, la vida es energía quieta o en movimiento,
La sed por el arte está en todos, es solo encontrar el modo de desenchufar, vivir más y mejor, la ciudad está equivocada, la naturaleza es la razón.
#FENIXLUNA