RicardoUrzua

Luz y fuego

Iluminas este mundo tan oscuro

como ángel de belleza cegadora.

No entiendo tu poder ni tu conjuro:

¡Tanta luz con tan tenue aureola!

 

Si yo fuera un fugaz cuerpo celeste,

tu serías mi motor incandescente;

Si yo fuera un incendio creciente,

tu serías en mí la brasa ardiente.

 

Si ilumino menos que una vela

¿Cómo puedo aspirar a ser estrella?

Si no puedo guiarte entre la niebla

¿Cómo llevarte hacia mi esencia?

 

Pero sé que escondo una gran chispa:

mojada, apagada, tan atenuada,

que podría perderse en la ceniza

o transformarse en una llamarada.

 

Y si decidieras encender mi flama,

te juro que lo gozarías rendida.

Luz y fuego como una sola alma,

consumiéndonos para toda la vida.