Y no lo sé pero escribo sin saber el motivo, el nudo desenlace final, como la vida el día a día, así quiero vivir, pensando en hoy en disfrutar cada hora. Siempre traté de tener todo controlado, de crecer o proyectar sucesivamente, clave monotonía convencional estructurada de nuestra existencia, prototipos del amor, patrones de relaciones sin sentido, como si el sentir perfecto estuviese escrito en una especie de código abstracto inmutable. Entender que estamos de paso, no somos nada más que un ser que debe desear solo el presente, en mirar a los ojos sin depender del reloj, del tiempo, de conjeturas. No es tratar de cambiar, es despertar. Es pensar más en uno, es dejar las historias de amor fallidas, amistades o engaños, es saber que nadie es perfecto, ni perpetuo o inmortal. No es solo sentarse e intentar hacer yoga o leer libros de buda, Osho, kabbalah, es ser uno... leer tus escritos, tus viajes y no los que traspasan la frontera sino esos instantes en que estamos con seres queridos cuando concurrimos a lugares donde somos felices, no importa que tan lejos, o que tan cerca viajemos, que el viaje sea sonreír..