Me encanta repasar mentalmente
el trazo de tus pechos.
Borrar las líneas rectas,
marcar tus movimientos,
imaginarme cómo te dibujo
semi-desnuda mientras recorro
con mi mirada la perfección de tu cuerpo.
Entretenerme en tus labios.
Acelerar por tu cintura.
Recrearme en tus caderas.
Sentir con mi mirada cómo
te quito la poca ropa que te queda
mientras me silencias.
Mientras hago en mi imaginación tu boceto
lleno de delicias,
delicias que nos comprometan.