En esa tarde de locura
cuando estabas tù,
me llamabas y decìas:
estoy muy feliz,
y quiero algo de ti:
que me arranques esta pasiòn.
y yo lo hacìa con mucho fervor.
Hoy extraño su dulce voz,
hasta el calor de su cuerpo,
y hoy no entiendo porquè se fue.