Con una voz suave, casi cansada,
El tiempo me susurro a las espaldas, que ya no vendrás…
Mire la locura, enterrada en la esquina,
Pero no tenía mirada de complicidad.
Vino aquel tiempo que me ayudará a olvidarte,
Me dijo que ya nunca, te podré olvidar…
Que el amor queda grabado en el pecho,
Aunque si mis lagrimas, pronto cesarán.
Se sentó a mi lado, y un abrazo me pudo dar,
Me explico que el amor, no se puede olvidar…
Que pronto las heridas sanarían,
Y en recuerdo todo se podrá transformar.
Vino el tiempo, yo no lo llame…
No le pedí que venga, a mis ilusiones romper…
Vino algo triste, por mi simple soledad…
A pedirme por favor, que no llore mas.
Con esa voz suave, casi cansada,
El tiempo de ti me hablo…
Me dijo que pronto el dolor calmaría,
Pero que al amor… nunca lo olvidare.