Mira las nubes
como pastorean por el cielo,
míralas paseándose por el ancho firmamento;
míralas tan gentiles y se parecen
a quienes caminan por otros cielos.
A veces tan plácidas, inmóviles, hieráticas
cual místicos guerreros.
A veces laboriosas, apretujadas,
como pidiendo dádivas al viento;
inoportunas, bulliciosas,
despertando incluso hasta los muertos.
A veces recias, majestuosas;
tan compactas
como dueñas de todo el universo.
A veces complacientes, diligentes,
lisonjeras; presuntuosas
con sombra y agua
que es pan para el sediento.
A veces...lentas peregrinas,
tan inmóviles... como si quisieran
detener el tiempo.
Mira las las nubes
como nosotros,
pensativas, gigantes, monumentales,
tumultuosas, solitarias, figurativas;
incólumes, tormentosas,
pequeñas como copitos
y como a muchos,
a todas... A todas
las trae y se las lleva el viento.
Racsonando ando.