Pequeña Porquería
Eres feo y pequeño,
una simple porquería,
¡No sabes cuanto te aborrezco
pequeña larva podrida!
Me molesta tu zumbido,
tú te posas en mi cara,
en la noche medio dormido,
no paro de darme cachetadas.
Todos los días me critico,
¡es solo uno y no le atino!
Hasta invades mis oídos,
para despertarme, cretino.
Como una maleza en mi jardín,
o una piedra en mi zapato,
como una suegra en vacaciones,
así de molesto has resultado.
¡Hoy al fin pude matarte!
En la pared con mi sangre,
mi trofeo es tu cadáver,
podré dormir hasta cansarme.
Pero en mis sueños te metiste,
no puedo sacarte de mi cabeza,
oníricamente resucitaste,
y nuevamente tu zumbido me despierta.